Hacer negocios en el mundo de hoy se está convirtiendo en un verdadero deporte de riesgo. La volatilidad y agitación del mundo político, económico y social hace que las premisas sobre las que hemos estado trabajando en los últimos años salten por los aires. Hoy las empresas e incluso las instituciones, tiene que aprender a convivir con el riesgo y la hipervulnerabilidad. Algo nada fácil para lo que requiere reconstruir culturalmente muchas de nuestras organizaciones, ancladas en métodos de gestión más propios del siglo pasado que para el momento actual.
El mundo de los negocios es especialmente sensible a esta nueva realidad. Ningún éxito del pasado o incluso del presente garantiza ya ningún éxito futuro. Hay que desplegar una nueva serie de capacidades de inteligencia y comprensión de los diferentes escenarios a los que nos podemos enfrentar a corto y medio plazo, diseñando organizaciones mucho más resilientes, esto es, capaces de ser flexibles para adaptarse a un entorno cambiante y gestionar riesgos y crisis operacionales y/o reputacionales.
En un reciente informe del Foro Económico Mundial en asociación con la empresa aseguradora Zurich: Riesgos Regionales para Hacer Negocios 2018, apunta algunos elementos de interés para la reflexión para las empresas que quieren desarrollar de forma exitosa sus negocios en América Latina:
Así pues, América Latina hace bueno aquel viejo dicho que reza “hablamos la misma lengua, pero no hablamos el mismo idioma de negocios”. Hacer negocios hoy en América Latina requiere visión, liderazgo e inteligencia. Muchas organizaciones dan por descontado que la tienen, pero poco han invertido en actualizar su talento, sus procesos, la prevención de riesgos y la anticipación de escenarios desplegando una verdadera inteligencia colaborativa en el seno de la organización. América Latina tiene potencial, pero no es un territorio sencillo para los negocios.