Hubo un tiempo en que el socialismo español pesaba en Europa y en el mundo. Tras la larga travesía del desierto durante la dictadura de Franco,la transición fue una etapa de efervescencia ideológica y orgánica, que permitió construir un nuevo relato para ser alternativa política y de gobierno, generar liderazgos, y conquistar importantes responsabilidades institucionales en Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y el Gobierno del Estado.El objetivo sin embargo no era el poder, sino transformar la sociedad, modernizarla y poner a España en el mapa de Europa.
El resultado es de todos conocidos, 14 años de gobiernos socialistas y una España anclada en Europa y el mundo moderno y democrático. En esos años,el socialismo español, no sólo fue exitoso en España, sino que proyectó su fuerza y liderazgo más allá de sus fronteras, tanto en Europa como en América Latina.
Muchos socialistas españoles lideraron durante dos décadas (80 y 90) instituciones internacionales, así como las organizaciones socialistas internacionales, como el Parlamento Europeo, el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, la Asambleas Parlamentaria del Consejo de Europa, la Organización Mundial de Ciudades, la Europa de las Regiones, la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas (IUSY), los Jóvenes Socialistas Europeos (ECOSY), el Foro Europeo de la Juventud (Youth Forum)….etc. Tanto el PSOE como el PSC, que tenía proyección internacional, eran referentes de la izquierda democrática en Europa y el mundo.
Pero los éxitos del pasado no garantizan los éxitos del futuro, yel socialismo español en el siglo XXI ha dilapidado gran parte de su capital político internacional, No es referente de nada y ni cuenta para casi nada. La culpa es colectiva, aunque los líderes del socialismo español de los últimos 15 años han dejado el socialismo español como un “erial” político a nivel internacional. Hoy el socialismo español, ni está ni se le espera, en boca de algunos amigos socialistas del mundo.
El mejor ejemplo es el recién concluido Congreso de los Socialistas Europeos (PSE) en Budapest. Tras el fallido intento de conseguir la Presidencia, el socialismo español no tiene presencia ni influencia. En la nueva ejecutiva no hay ningún español, y tampoco en los puestos clave del Secretariado (Secretario General alemán, y los tres Secretarios Generales adjuntos, belga, holandesa e italiano). Por cierto, que estos tres últimos son buenos amigos de quien escribe, y tienen altas cualidades políticas y personales. En América Latina, nuestros amigos y compañeros hace tiempo que no miran hacia España para pensar en Europa, y en África o el Mediterráneo, mejor ni hablamos.
En definitiva, queel socialismo español ha renunciado a ser y estar en el corazón y en el liderazgo del socialismo europeo y del mundo, Estamos demasiado pendientes de nuestro ombligo. Un error importante, porque sin un nuevo socialismo europeo potente y renovado, el socialismo español tampoco podrá ser hegemónico y alternativa de gobierno en España. Sin embargoel objetivo sigue siendo transformar la sociedad llegando al poder, no llegar al poder para que nos cambie a nosotros. Necesitamos de nuevo efervescencia ideológica, debates e ideas audaces y posibles, no solo caras nuevas.

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