Los valores civilizatorios europeos, otrora referentes en el mundo, se ahogan hoy en las aguas del Mediterráneo cada vez que naufraga una embarcación con decenas de personas a bordo.
No es inmigración ilegal lo que se está produciendo, como publicamos y escribimos casi todos, sinoun verdadero éxodo y un drama humano a las puertas de Europa. En solo un año se han triplicado las muertes en el Mediterráneo.
Nosotros los europeos, hemos decidido mirar hacia otro lado, replegarnos en nuestro territorio, y dejar a su suerte a millones de personas indefensas que solo buscan una nueva oportunidad.Nos contentamos con recoger cadáveres del mar.
Es cierto que una política de puertas abiertas no es posible, pero no es aceptable tampoco lo contrario, la Europa fortaleza,la Europa autista e incapaz de diseñar políticas globalesque contribuyan a aminorar las causas de un éxodo como el que asistimos.
La mejor prueba de la incapacidad de nuestros gobernantes esla obviedad de la respuesta, convocar una nueva Cumbre para volver a demostrar que somos una potencia declarativay poco más. A ello se suma la propuesta de preparar un despliegue militar en el sur del Mediterráneo, como si hundir embarcaciones fuera la solución.
No hay que añadir mucho más.Europa está en declive no solo por la crisis económica, sino por el declive de sus valores éticos y morales. Sin ellos no hay proyecto político, económico y social viable.
Muertes en el mediterráneo: una verdad incómoda para Europa
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