Vivimos en un mundo convulso y cambiante para el que no tenemos brújulas que nos indiquen el camino. Eso es especialmente así en el mundo de la economía y de la empresa, donde los éxitos del pasado ya no garantizan ningún éxito de futuro. La complejidad de un mundo complejo, la innovación permanente y la adaptación a los cambios disruptivos, hace que tengamos que reinventarnos y estar atentos para intuir las oportunidades y anticiparnos a la competencia.

Hoy no existen respuestas simples para entornos y realidades complejas. Debemos conocer, analizar e internalizar las tendencias globales para ser capaces de diseñar estrategias eficientes a corto y medio plazo que nos permitan competir en unos entornos altamente complejos y competitivos. Atrás ha quedado la tradicional división entre países o economías “centrales” y “peroféricas”. El mundo se ha hecho policéntrico y volátil. ¿Cuales son entonces los rasgos principales de las tendencias globales para hacer negocios?:

1. Los mercados emergentes ganan peso global. Las economías centrales han perdido el liderazgo. Son los mercados emergentes los que ejercen de motor del crecimiento económico mundial. China y América Latina pierden fuelle, pero África emerge como la nueva frontera para los negocios con oportunidades pero con riegos que hay que conocer y prevenir. En mercados maduros hay que generar nuevas formas de valor.
2. Cambios demográficos. El incremento de la población, el aumento de la urbanización, y países con poblaciones envejecidas, están cambiando no sólo el mundo de los negocios, sino también nuestras sociedades. Occidente tendrá que atacar profundas reformas y abrir las puertas a una inmigración regulada si quiere mantener su crecimiento y calidad de vida. Asistiremos a una difícil gestión de la multiculturalidad en las sociedades y en las empresas.
3. La innovación disruptiva. La tecnología y la digitalización de la economía está cambiando la forma de vivir, consumir y de hacer negocios.  Muchas empresas líderes difícilmente podrán mantener su status actual frente a la emergencia de la economóa colaborativa, el internet de las cosas, y la sociedad del coste marginal cero. Caminamos hacia una transición económica postcapitalista con emergencia de nuevas formas de generación de valor.
4. Energías limpias y la economía baja en carbono. Las llamadas “clean tech” van a revolucionar  muchas formas de generar y gestionar recursos y commodoities, ahora en manos de grandes corporaciones o sectores oligopólicos. Las actividades vinculadas a la economía circular y las energías limpias, van a ser uno de los nichos de negocio y creación de empleo del futuro en el que el desarrollo tecnológico e industrial y la reducción de costes, permite que muchas pymes puedan competir en mercados globales pero distribuidos.
5. Reputación y confianza.  En un entorno de comunicación conversacional global e hiperconectado, es impresdincible reconstruir la confianza en el modelo de negocio y el valor de las compañías. El estudio “Global RepTrak 100” del Reputation Institute en su edición de 2016 ha evaluado el desempeño de cien empresas en siete campos: productos y servicios, innovación, entorno de trabajo, integridad, ciudadanía, liderazgo y resultados financieros. En el listado de las mejores cien no aparece ninguna española o latinoamericana, lo que indica uno de los campos en los que hay que trabajar duro en el futuro inmediato.

¿Están nuestras pymes preparadas para el nuevo mundo de los negocios globales? La internacionalización ya no es una opción, sino el camino para ser viables en el futuro. Nuestras empresas tienen un gran reto de transformación, para lo que requieren igualmente captar y gestionar talento. Cuanto antes se pongan a ello antes serán capaces de ser competitivas en este nuevo entorno global.

 Foto: elmundoempresarial.es

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